Botox para el Bruxismo, alternativa rápida y eficaz
El botox (toxina botulínica tipo A) corresponde a una toxina que bloquea la contracción muscular en el músculo que es intervenido, esto lo convierte en un potente relajante muscular que al ser aplicado directamente en los músculos masticatorios alivia los dolores y síntomas generados por el apriete excesivo de los dientes.
El efecto de la toxina botulínica es visible a los 10 días post aplicación y tiene una duración de 3 a 6 meses y durante este periodo el paciente experimenta un mejor dormir, disminución parcial o total de los síntomas y por lo general disminución total de dolor.
La aplicación suele ser indolora, rápida y sin efectos secundarios, es posible que en pacientes con fragilidad capilar aparezca algún hematoma pequeño que puede durar algunos días, pero en general la mayoría de los pacientes no experimentan ningún tipo de complicaciones ni efectos secundarios.
Los músculos intervenidos son los músculos maséteros y temporales, que son los que ocasionan el bruxismo y los dolores de cabeza matutinos.
Los pacientes ideales para este tratamiento son: pacientes con síntomas agudos del bruxismo, pacientes con dolor facial o con dolores de cabeza y pacientes con hipertrofia maseterina.
Los pacientes que tienen Contraindicada la aplicación de toxina botulínica son principalmente mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, pacientes potencialmente alérgicos, pacientes con miastenia Gravis o con Síndrome de Eaton-Lambert.
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